Hermes Ocaña, el abuelo que se recibió de profesor de historia a los 78 años

La materia fue “Investigación Histórica” y, tras aprobarla con un trabajo sobre un tema particular del período histórico que va de 1974 a 1976, que además de investigar con el rigor científico que la carrera impone, vivió en su juventud, como lo fue la violencia estatal y paraestatal sobre los trabajadores bancarios en Mendoza, pudo obtener su título y cerrar una etapa que comenzó en 2015.

Hermes es un ejemplo de dedicación y motivación que también refleja la importancia del trabajo de acompañamiento a las trayectorias educativas que realizan los institutos de Nivel Superior, al apuntalar a estudiantes con diversas historias de vida para que avancen en su formación y brindarles las herramientas pedagógicas y el apoyo que cada uno necesita de acuerdo a su situación particular.

La historia de Hermes empieza con el amor por su hija, y nace de una charla en el hospital cuando estaba internado y ella lo estaba cuidando. En ese momento, relata Hermes, para “transcurrir el tiempo”, le pregunta qué le gustaría hacer de su vida, “ponete a estudiar, fíjate qué te gusta”, le dijo.

Charlando, ella le cuenta que leyó sobre el Profesorado de Historia disponible en el IES 9-030 y que lo estaba considerando, que le gustaba la Historia. “Bueno, le dije, si te anotás vos, yo también me anoto”, respondió Hermes, y así comenzó su carrera “con la idea de ser su acompañante, esa fue la razón por la cual me inscribí con ella en el 2015”, rememora.

Ocaña pudo llevar la carrera al día y en 2018 terminó el cursado pero, por problemas de salud, no pudo rendir las materias faltantes y tuvo que dejar los estudios en pausa hasta recuperar su vitalidad. “Lo fui postergando hasta sentirme mejor pero, luego, vino la pandemia y yo soy una persona de riesgo, porque soy asmático crónico, entre un montón de problemas que no voy a enumerar. Y lo volví a postergar, pero cuando me puse bien pude retomar las mesas y rendir algunos exámenes por Zoom, porque no podía asistir presencialmente”, explicó Hermes.

Al principio fue difícil pensar que quizás estaba estudiando una carrera que no podría ejercer, como cuenta Ocaña. “En primer año, con Didáctica, fue como que el inconsciente me traicionó, porque entendía que por mi edad no podría ejercer la docencia, porque no podría pasar los exámenes de salud, y ese inconsciente se manifestó en mi actividad cotidiana, y con cierta duda estuve varios días pensando que para qué iba a estudiar Didáctica, no le encontraba sentido… Pero superé eso, y ahora entiendo el valor de la Didáctica, superé esa etapa y disfruté la carrera”.

“Me gustó la carrera, yo soy un hombre lector, participé de actividades políticas y sociales desde muy joven, y la Historia fue la mejor herramienta que encontré para tener una metodología de estudio”, explica Hermes, que en su juventud estudió Medicina hasta tercer año, carrera que por diversos motivos no pudo terminar, pero que le sirvió para trabajar como docente de apoyo. “En una etapa de mi vida, después del Golpe de Estado del ‘76, que no conseguía trabajo, me dediqué a preparar alumnos y armé un instituto para apoyo de Nivel Secundario, en el que los ayudaba con materias como Física y Química, principalmente, pero, en este sentido, todo lo que hice fue como autodidacta”, recordó.

“Ahora, con esta carrera, la Historia me dio un método, que es tan importante para entender qué le pasa al ser humano y tratar de comprender, para no ser fácilmente manipulados, creando un pensamiento crítico, propio, algo tan importante, y yo lo veo por ese lado, eso fue lo que más me gusto de la carrera”, reflexionó Ocaña en relación a lo que más disfrutó de sus estudios.

Hermes destacó el enorme trabajo de docentes y no docentes que llevan adelante su labor en Nivel Superior. “Tuve muchos compañeros que venían de universidades, que dejaron sus carreras y continuaron sus estudios en el instituto, y ese cambio de enfoque que dan los IES es algo fundamental, porque considero que están más cerca de la realidad, además el cursado se hace más llevadero y agradable gracias a los profesores”.

La de Hermes Ocaña es una historia de vida que invita a reflexionar sobre el tiempo y la posibilidad de animarnos a emprender un nuevo camino, a la edad que decidamos o podamos finalmente hacerlo, porque con empeño, dedicación y motivación, podemos cumplir nuestras metas.

Fuente: Mendoza Edu