El drama de un gaucho aislado hace un mes por la nieve

La sensación térmica de 30ºC bajo cero que se han registrado en puestos de estancia de algunos sectores de la Patagonia Argentina dan cuenta que será un invierno muy crudo que se atraviesa este año.   La falta de acceso a las estancias y puestos rurales hace que el Ejército Argentino esté asistiendo a todos aquellos que han quedado aislados, en algunos casos, hace un mes.

Los blindados salen del Regimiento de Infantería Mecanizado 35 Coronel Manuel Dorrego y del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 11 Coronel Juan Pascual Pringles, ubicados en la localidad de Rospentek en Santa Cruz, en la guarnición militar más austral del país.

Allí, una dotación de 600 soldados que integra la unidad, está 20 kilómetros de Río Turbo y a 15 de 28 de Noviembre. “Estamos en un escenario de guerra”, afirma el coronel de infantería Oscar Fierro, subcomandante de la guarnición del Ejército en Río Gallegos.

El enemigo está en todas partes, el frío es un arma natural imbatible. “Nuestro primer objetivo es asegurar la vida de los civiles, esta mata blanca nos desafía", afirmó en diálogo con La Nación, desde allí donde la vida trata de subsistir.

El objetivo es preservar la vida de los puesteros que están en un área de 500 kilómetros cuadrados, en donde sólo viven apenas 50 personas en puestos precarios de chapa y madera donde el agua se ha congelado y los motores de los tractores dejan de funcionar. 

NO QUIERE ABANDONAR A SUS ANIMALES

Entre las historias, se conoció la realidad que vive Leandro Leupichun, un gaucho del puesto La Verdadera Argentina que hace más de un mes que está aislado con sus 12 perros. El propietario de la estancia, Enrique Ibáñez, logró contactarlo y saber que está bien, pero aseguró que  "no quiere irse porque no quiere abandonar a sus perros”. 

Y es que los animales son la única compañía de estos hombres solitarios. Sin embargo, por las condiciones meteorológicas adversas, no hay manera de llegar a La Verdadera Argentina por tierra, ya que se encuentra a los pies de la cordillera y en la frontera con Chile. Por lo que el Ejército planea hacerlo por aire para llegar con insumos para el puestero y sus animales, y así desde Río Gallegos salió un helicóptero. 

El piloto avisó que no podrá aterrizar por la gran cantidad de nieve y un curso de agua cruza cerca del puesto, por lo que quedó en suspensión a unos centímetros de la nieve, lo suficiente para que los soldados bajen con bolsas y cajas. Al encuentro con paso tranquilo salió Leandro Leupichun con sus rodilleras de chivo, aislante natural del frío, quien recibió un medio capón y verduras. 

Sin embargo ante la recomendación de los soldados, se niega a irse, los perros no pueden subir al helicóptero, sin ellos no va a dejar su hogar. Su lugar en el mundo está en esta ahí con sus animales. 

Fuente: ADN Sur